domingo, 19 de diciembre de 2010
La Historia de España es la propia de una nación europea, que abarca el periodo comprendido entre la prehistoria y la época actual, pasando por la formación y caída del primer imperio global. Los primeros humanos llegaron a la Península Ibérica al territorio de la actual España hace 35.000 años. Durante los milenios siguientes el territorio fue invadido y colonizado por celtas, fenicios, cartagineses, griegos y hacia el 200 a. C. la mayor parte de la Península Ibérica comenzó a formar parte del Imperio romano. Tras la caída de Roma, se ha visto en el Reino visigodo el embrión de la actual España. Dicho reino se estableció en el siglo V y se mantuvo hasta comienzos del siglo VIII. En el 711 se produjo la primera invasión de musulmanes desde el Norte de África y en pocos años estos dominaron gran parte de la Península Ibérica. Durante los 750 años siguientes, se establecieron reinos moros independientes aunque al área total de control musulmán se la conocía con el nombre de al-Ándalus. Mientras que el resto de Europa permanecía en la Edad Oscura, al-Ándalus florecía cultural, científica y artísticamente. Las continuas tensiones entre musulmanes y cristianos tuvieron como consecuencia la Reconquista comenzando ya en el siglo VIII con la resistencia cristiana en el norte de España y a través de los siglos con el avance de los reinos cristianos hacia el sur culminando con la conquista de Granada y con la expulsión de los últimos moros en 1492. Durante este periodo los reinos y principados cristianos se desarrollaron notablemente, incluyendo los más importantes, el Reino de Castilla y el Reino de Aragón. La unión de estos dos reinos a través del matrimonio en 1469 de la Reina Isabel I de Castilla y el Rey Fernando II de Aragón condujo a la creación del Reino de España.
El año 1492 es también rememorado como el año en que los Reyes Católicos enviaron al explorador Cristobal Colón a través del océano Atlántico en busca de una nueva ruta comercial con Asia. La llegada de Colón al Nuevo Mundo y el posterior desarrollo del Imperio español llevaron a España a una edad dorada. Durante los siguientes siglos España como una potencia colonial se alza como la más importante nación europea en la escena mundial así como actor central de los asuntos europeos. La literatura y las bellas artes en España florecieron de manera muy significativa durante este periodo, sin embargo, este periodo también es conocido por la expulsión de los judíos y los musulmanes y por el establecimiento de la Inquisición. Durante los siguientes trescientos años, el imperio colonial español cubrió la mayor parte de América del Sur, grandes porciones de América del Norte, las Filipinas en Asia así como porciones de costa en África convirtiéndose en uno de los mayores imperios de la historia. Financiado en gran parte por las riquezas obtenidas en sus colonias, España se metió en guerras e intrigas en la Europa continental, incluyendo, por ejemplo, la obtención y pérdida de posesiones en los actuales Países Bajos e Italia y manteniendo guerras con Inglaterra (incluyendo el famoso fracaso de la conocida como Armada Invencible) y Francia. Con la muerte de Carlos II la dinastía de los Habsburgo se extinguió para dejar paso a los Borbones tras la Guerra de Sucesión. Como consecuencia de esta guerra España perdió su preponderancia militar y tras sucesivas bancarrotas el país fue reduciendo paulatinamente su poder convirtiéndose a finales del siglo XVIII en una potencia de segunda.
El siglo XIX fue testigo de grandes cambios en Europa, España no fue una excepción. En la primera parte de dicha centuria España sufrió la independencia de la mayoría de sus colonias en el Nuevo Mundo. El siglo también estuvo marcado por las intervenciones extranjeras y los conflictos internos. Napoleon puso a su hermano José Bonaparte en el trono español, tras la expulsión de los franceses, España entró en un extenso periodo de inestabilidad, la mayor parte del siglo se sucedieron continuas luchas entre liberales, republicanos y partidarios del Antiguo Régimen. La llegada de la Revolución industrial a finales del siglo, llevó algo de riqueza a una clase media que se ampliaba en algunos centros principales, sin embargo la Guerra hispanoamericana de 1898 condujo a la pérdida de casi todas las colonias restantes.
A pesar de un nivel de vida creciente y de la integración creciente con el resto de Europa, en el primer tercio del siglo XX siguió la inestabilidad política. España permaneció neutral durante la Primera Guerra Mundial. En 1936 España se sumergió en una terrible guerra civil. La guerra acabó en una dictadura fascista, conducida por Francisco Franco que controló el país con mano de hierro hasta 1975. España fue oficialmente neutral durante la Segunda Guerra Mundial; las décadas de la posguerra fueron relativamente estables a pesar de la tremenda pobreza y destrucción reinantes, y aunque durante las décadas de los 60 y los 70 el país experimentó un crecimiento económico asombroso permaneció culturalmente y políticamente reprimido.
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