Videla y Pinochet (Ética).

domingo, 19 de diciembre de 2010


Jorge Rafael Videla  es un ex-militar y dictador argentino, designado como presidente de facto por una Junta Militar. Ocupó la presidencia de su país entre 1976 y 1981 durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional que se inició con el golpe de estado del 24 de marzo de 1976. Además fue Jefe del Ejército Argentino entre 1975 y 1978. Tras la recuperación de la democracia en 1983, fue juzgado y condenado a prisión perpetua y destitución del grado militar por numerosos crímenes de lesa humanidad cometidos durante su gobierno de facto. Actualmente se encuentra en Córdoba siendo uno de los acusados en el juicio conocido como UP1 por los hechos considerados como genocidio.

Augusto José Ramón Pinochet Ugarte  fue un militar chileno, líder de la dictadura existente en ese país entre los años 1973 y 1990.Asumió en 1973 el cargo de Comandante en Jefe del Ejército de Chile. El 11 de septiembre de ese año, dirigió a un golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende. Desde ese momento, Pinochet asumió el gobierno del país, primero bajo el cargo de Presidente de la Junta Militar de Gobierno (que ocupó hasta 1981), al que se sumó el título de Jefe Supremo de la Nación el 27 de junio de 1974, que le confería el poder ejecutivo.
El 16 de diciembre del mismo año, asumió el cargo de presidente de la República, que sería ratificado al promulgarse la Constitución de 1980. Su gobierno terminaría tras la derrota en el Plebiscito Nacional de 1988 y su sustitución por Patricio Aylwin en 1990. Pinochet se mantendría como Comandante en Jefe del Ejército hasta el 10 de marzo de 1998, y al día siguiente asumiría el cargo de senador vitalicio,que ejercería efectivamente por un par de meses.
La dictadura de Pinochet ha sido ampliamente criticada tanto en el país como en el resto del mundo por las graves y diversas violaciones a los derechos humanos cometidas en el período denominado como Régimen Militar, por lo que Pinochet debió enfrentar diversos juicios hasta la fecha de su muerte. Sus simpatizantes lo califican como un héroe que salvó al país del hipotético régimen comunista que, según ellos, hubiera instaurado Salvador Allende, así como de una eventual guerra civil.

Ataque marroquí al campamento de refugiados del Aaiún (Ética).



Dictaduras militares en Chile y Argentina (Ética).

El Régimen Militar es el período de la historia de Chile comprendido desde el 11 de septiembre de 1973, cuando los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas dieron un golpe de Estado y derrocaron al gobierno del presidente Salvador Allende, hasta el 11 de marzo de 1990, cuando Augusto Pinochet entregó el poder al presidente Aylwin, elegido en las elecciones de diciembre de 1989, como consecuencia del resultado del plebiscito del 5 de octubre de 1988.
Durante este período, Chile sufrió una importante transformación económica, política y social, a la vez que se cometieron sistemáticas violaciones a los derechos humanos.Políticamente, el régimen se caracterizó por un modelo autoritario de gobierno.Partidarios y detractores se refieren a él como Gobierno militar y Dictadura militar, respectivamente.
La situación económica heredada por el régimen militar no era muy buena, con una inflación en 1973 de 342% y el PGB a la baja. Para enfrentarlo, se confió el manejo económico a unos jóvenes egresados de economía en la Universidad Católica de Chile, con postgrados la mayoría de ellos en la Universidad de Chicago, quienes serían conocidos como Chicago Boys. Los Chicago Boys venían de Estados Unidos con las ideas liberales desarrolladas por profesores como Milton Friedman y Friedrich Von Hayek, importantes teóricos del liberalismo moderno. Estas ideas consistían, sucintamente, en una economía libre, abierta al mundo, con un Estado pequeño y subsidiario, de riguroso equilibrio fiscal, y el funcionamiento libre del mercado.
Su primera intervención en el Gobierno fue en ODEPLAN, (Oficina de Planificación Nacional), en donde plasmaron las ideas económicas de El Ladrillo, documento solicitado por el almirante Merino con anterioridad al golpe de estado y que fue la aplicación de aquellas ideas a la realidad de Chile. La Armada, encargada del área económica, se guió por dicho texto, contando con la asesoría de los Chicago Boys. Los métodos económicos tradicionales que intentó el régimen no prosperaron, la inflación continuaba por el 300%, el gasto público seguía alto y el cobre se desplomaba a la baja. Los Chicago ingresaron al régimen en 1975, con Jorge Cauas en el Ministerio de Hacienda, Sergio de Castro (líder de los Chicago) en el Ministerio de Economía y Pablo Barahona en el Banco Central. Para convencer a Pinochet de sus ideas (el Ejército mantenía el apego al estatismo tradicional de Chile) trajeron a su mismísimo maestro, Milton Friedman, quien le dio dos soluciones a la crisis que pasaba el país. La primera era por medio de una recuperación lenta del «paciente» (Chile), pero advertía Friedman que este de tanto esperar podría morir. La segunda era darle al «paciente» un tratamiento de shock, para revitalizarlo, pero con efectos colaterales muy graves.
El tratamiento de shock consistía en reducir el gasto público en un 20%; despedir al 30% de los empleados públicos; aumentar el IVA (impuesto a la transferencia comercial de bienes muebles); liquidar el sistema de ahorro y préstamos de vivienda. Mucha disputa se suscitó sobre esto entre los Chicago Boys y los economistas más clásicos, pero finalmente Pinochet se inclinó por la opinión de los neoliberales y se aplicó el shock.Los efectos iniciales fueron terribles. Cayó el PGB en un 12%, se empinó la cesantía al 16% y el valor de las exportaciones se redujo en 40%. Pero se empezó a afianzar el sistema a partir de 1977, iniciándose lo que se ha llamado dentro de Chile como el «boom», con cifras positivas en todos los ámbitos, a excepción de la cesantía, siempre alta (cercana o superior al 20%).El «boom» duraría hasta la crisis de 1982. Posterior a esta, el país comenzó a exhibir números macroeconómicos que dieron una base de estabilidad económica para la llegada de la democracia a inicios de los años 1990.
Desde la firma del Tratado de límites entre Chile y Argentina de 1881 hasta 1888 se consideró a ambos lados de la frontera que las islas al extremo sur de América eran chilenas. Solo a partir de 1898 con la aparición del primer mapa oficial argentino con un límite divergente de los anteriores, comenzaron las reclamaciones argentinas sobre las islas. Su intención era potenciar la base naval de Ushuaia, al interior del Canal Beagle. Argentina sostenía que el Beagle no pasaba por el norte de las islas, sino que bifurcándose, pasaba por el norte y el oeste de ellas. Además planteaba el principio bioceánico, según el cual Chile no podía tener salida al Océano Atlántico ni Argentina al Océano Pacífico.
En 1971 ambos países acordaron someter el litigio a la sentencia vinculante de un tribunal internacional cuyos miembros fueron elegidos en común por ambos gobiernos. A la Reina Isabel II de Inglaterra le correspondía solo el rol formal de dar a conocer la sentencia. En 1977 se dio a conocer la sentencia favorable a la tesis chilena, pero que también permitía la navegación argentina en el canal.
Mas la Dictadura Militar argentina del general Jorge Rafael Videla, proclamó «insanablemente nulo el fallo» y planificó una Guerra de agresión contra Chile.
El 22 de diciembre de 1978 Argentina puso en marcha la Operación Soberanía para ocupar las islas militarmente e invadir Chile continental. Horas después, la junta militar argentina abortó la operación y aceptó la mediación papal ofrecida por el Papa Juan Pablo II.
La crisis ha sido el mayor peligro de guerra que tuvo Chile en el siglo XX, pero dado que los medios estaban bajo control del gobierno, con censura o autocensura, y el gobierno quiso mantener a la opinión pública alejada de la discusión, no se vivió un clima de guerra, en todo caso no como en Argentina donde se vivía la fiesta del mundial de fútbol ganado por la selección argentina y se preparaba a la juventud para el mundial del Beagle.
En Chile, la incipiente oposición liderada por Eduardo Frei Montalva, dio un respaldo al gobierno en una entrevista para el diario "La Tercera" donde criticaba la actitud argentina: "Estas son materias de Estado que están por sobre la temporabilidad de los Gobiernos, nos oponemos al gobierno militar por sus prácticas antidemocráticas, el corte de las libertades, pero es claro que aquí se está alimentando, no por Chile, un conflicto de dramáticas consecuencias".
La posibilidad cierta de una guerra hizo aumentar en forma dramática el gasto militar: desde el año 76 al 80 el gasto militar como porcentaje del PBN aumentó (1976)3,5%, (1977)3,5%, (1978)4,1%, (1979)4,6%, (1980)5,2% (en comparación el mismo gasto de Brasil bajó desde 1,2% al 0,5%)en desmedro de las otras tareas del estado.
Como consecuencia de la tensa situación, Chile dio durante la Guerra de las Malvinas al Reino Unido informaciones sobre tráfico aéreo en el sur argentino.
La solución al Conflicto del Beagle solo se logró tras el debacle argentino en la guerra y el retorno a la democracia en Argentina. La transacción quedó plasmada en el Tratado de paz y amistad entre Chile y Argentina de 1984.
A inicios de la Dictadura Militar, el general Leigh planteó el problema de darle al país una nueva carta fundamental, en reemplazo de la Constitución de 1925 que condujo (según Leigh) al quiebre institucional. Le dio el trabajo de elaborar un anteproyecto de Constitución a la Comisión Ortúzar, presidida por el jurista Enrique Ortúzar, y entre los elementos claves se encontraría el líder gremialista Jaime Guzmán. En 1978 Pinochet ordenó que se entregara el anteproyecto al Consejo de Estado, quien redactaría la nueva Constitución.
El consejo estaría integrado por representantes de los diversos sectores del país (excluyendo a la izquierda) y los ex presidentes que todavía vivieran (Gabriel González Videla, Eduardo Frei Montalva y Jorge Alessandri Rodríguez, mas Frei rechazaría la invitación). El consejo fue presidido por Alessandri, creyendo éste que podría plasmar sus ideas en la nueva Constitución; él prefería una reforma a la de 1925 para sustentar más la legalidad, ya que sus ideas de una rápida transición a la democracia serían desestimadas y cambiadas por los miembros de la Junta. A pesar de eso sería, junto al gremialista Jaime Guzmán, el cerebro del concejo, plasmando gran cantidad de ideas que tenía planeada desde su intento fallido de reforma durante su Gobierno. Como insistiese ante la Junta por su propuesta de transición (que duraba seis años, en vez de los dieciséis que planteaba Pinochet), renunció a su puesto en el concejo.Para legitimizar la Constitución, Pinochet llamó a un plebiscito a realizarse el 11 de septiembre de 1980. No hubo oposición a la propuesta más que un único acto permitido en el teatro Caupolicán, encabezado por Frei Montalva para votar negativo. No hubo registros electorales ni tribunales electorales, marco en el que se observaron numerosas irregularidades. El plebiscito tuvo un resultado oficial de un 67% de aprobación, resultado sumamente cuestionado en virtud de las condiciones mencionadas.La Constitución de 1980 planteaba la disminución de las facultades del Congreso; la creación del Tribunal Constitucional; se consideraba al Estado subsidiario en lo económico, social y cultural; se creó el Concejo de Seguridad Nacional, presidido por el presidente de la República; se sustituyó el sistema proporcional electoral por uno binominal; se estableció el sistema de segunda vuelta electoral cuando no se ha logrado mayoría absoluta en las elecciones presidenciales; se fijó el período presidencial en 8 años (después se cambiarían a seis y luego a cuatro); y se estableció un plazo de transición a la democracia: durante ocho años Pinochet gobernaría como presidente, y cuando terminase ese período la Junta pondría un candidato (que sería Pinochet posteriormente) para que lo aprobase en un nuevo mandato de 8 años o lo rechazase.
Luego, en el año 2005, bajo la administración del presidente Ricardo Lagos se aprobó una serie de reformas a la constitución de 1980, algunas tuvieron por finalidad democratizar la carta magna, otras afectaron a las atribuciones de los funcionarios públicos y el plazo durante el cual ejercen sus cargos, por ejemplo se redujo el período presidencial de seis a cuatro años, excluyéndose como ha sido la tónica, la posibilidad de ir por un segundo término consecutivo.

El vidio del estudiante de Cuba (Ética).



China (Tiananmen)(Ética).

Las protestas de la Plaza de Tian'anmen de 1989, también conocidas como la masacre de Tian'anmen, la revuelta de Tian'anmen o el incidente del 4 de junio, consistieron en una serie de manifestaciones lideradas por estudiantes en la República Popular China, que ocurrieron entre el 15 de abril y el 4 de junio de 1989. La protesta recibe el nombre del lugar en que el Ejército Popular de Liberación suprimió la movilización: la plaza de Tian'anmen, en Pekín. Los manifestantes provenían de diferentes grupos, desde intelectuales que creían que el gobierno del Partido Comunista era demasiado represivo y corrupto, a trabajadores de la ciudad que creían que las reformas económicas en China habían ido demasiado lejos y que la inflación y el desempleo estaban amenazando sus formas de vida. El acontecimiento que inició las protestas fue el fallecimiento de Hu Yaobang.
Tras las protestas y las llamadas del Gobierno pidiendo su disolución, se produjo en el seno del Partido Comunista una división de criterio acerca de cómo responder a los manifestantes. La decisión tomada fue suprimir las protestas por la fuerza, en lugar de acceder a sus reivindicaciones. El 20 de mayo, el Gobierno declaró la ley marcial y en la noche del 3 de junio, envió los tanques y la infantería del ejército a la plaza de Tian'anmen para disolver la protesta. Las estimaciones de las muertes civiles varían: 400-800 (CIA), 2.600. El número de heridos se estima entre 7.000 y 10.000. Tras la violencia, el Gobierno emprendió un gran número de arrestos para suprimir a los instigadores del movimiento, expulsó a la prensa extranjera y controló estrictamente la cobertura de los acontecimientos en la prensa china. La cruel represión de la protesta de la plaza de Tian'anmen causó la condena internacional de la actuación del gobierno de la República Popular China.
En uno de los últimos días de estas protestas fue tomada la foto ganadora del World Press Photo de 1989, en la cual se muestra a un joven opositor parado en medio de una avenida deteniendo a una columna de tanques que circulaba por ésta.
Las protestas empezaron como pequeños disturbios, en la forma de oraciones por Hu Yaobang y reivindicaciones para que el partido revisara la visión oficial de la figura de Hu. Las protestas crecieron tras las noticias de enfrentamientos con la policía; los estudiantes creyeron que los medios de comunicación chinos estaban distorsionando la naturaleza de sus actividades, lo que incrementó el apoyo a su protesta. En el funeral de Hu, un gran grupo de estudiantes se encontró en la plaza de Tian'anmen y pidió reunirse con el Primer Ministro Li Peng, ampliamente reconocido como el rival político de Hu, petición que no fue atendida. En consecuencia, los estudiantes hicieron un llamamiento a la huelga en las universidades de Pekín. El 26 de abril, un editorial en el Diario del Pueblo, tras un discurso interno hecho por Deng Xiaoping, acusó a los estudiantes de crear tumultos. El discurso enfadó a los estudiantes, y el 29 de abril 50.000 estudiantes acudieron a una de las calles de Pekín, haciendo caso omiso de los avisos disuasorios realizados por las autoridades e insistieron en la retirada de lo dicho en el discurso.
En Pekín, la mayoría de estudiantes de la ciudad participó en las protestas con el apoyo de sus instructores y otros intelectuales. Los estudiantes rechazaron las asociaciones oficiales de estudiantes controladas por el Partido Comunista y establecieron sus propias asociaciones. Los estudiantes se veían a sí mismos como patriotas chinos, herederos del Movimiento del Cuatro de Mayo por la "ciencia y la democracia" de 1919. Las protestas evocaban también los recuerdos de las Protestas de la Plaza de Tian'anmen de 1976 que llevaron a la expulsión de la Banda de los Cuatro. Desde sus orígenes en el funeral de Hu Yaobang, considerado por los estudiantes como un defensor de la democracia, la actividad estudiantil se desarrolló gradualmente durante el curso de sus protestas desde protestas contra la corrupción política hasta demandas de libertad de prensa o la reforma del control sobre el Estado por parte del Partido Comunista de China y de Deng Xiaoping, el líder chino de facto. También se realizaron algunos intentos parcialmente exitosos de entrar en contacto con estudiantes y obreros de otras ciudades.
Aunque las protestas iniciales fueron realizadas por estudiantes e intelectuales que creían que las reformas de Deng Xiaoping no habían ido suficientemente lejos y que China necesitaba reformar su sistema político, pronto atrajeron el apoyo de los trabajadores urbanos, que creían por su parte que las reformas habían ido demasiado lejos. Esto ocurrió porque los líderes enfocaron sus protestas en la corrupción, protesta que ambos grupos ejercían en común, y porque los estudiantes fueron capaces de invocar arquetipos chinos en su beneficio.
En contraste con las protestas de 1987, que fueron realizadas principalmente por estudiantes e intelectuales, las protestas de 1989 consiguieron un amplio apoyo de los trabajadores urbanos, alarmados por la inflación creciente y la corrupción. En Pekín fueron apoyadas por una amplia fracción de la ciudadanía. En otras ciudades como Ürümqi, Shanghái y Chongqing se consiguieron porcentajes similares de apoyo, y más tarde en Hong Kong, Taiwán y las comunidades chinas de Norteamérica y Europa.
El 4 de mayo, aproximadamente 100.000 estudiantes y obreros marcharon en Pekín pidiendo reformas para a la libertad de expresión y un diálogo formal entre las autoridades y los representantes de los estudiantes. El Gobierno rechazó la propuesta de diálogo tal como se les presentaba, mostrándose en cambio dispuesto a hablar con las organizaciones estudiantiles oficiales. El 13 de mayo grandes grupos de estudiantes ocuparon la plaza de Tian'anmen y emprendieron una huelga de hambre, pidiendo al Gobierno la retirada de la acusación realizada en el editorial del Diario del Pueblo y que comenzaran las conversaciones con los representantes elegidos por los estudiantes. Cientos de estudiantes siguieron la huelga de hambre y recibieron el apoyo de otros miles de estudiantes y residentes de Pekín, que continuaron las protestas durante toda la semana.
Las protestas y las huelgas empezaron en muchas universidades de otras ciudades, desde donde viajaron muchos estudiantes a Pekín para unirse a las manifestaciones. Generalmente, las manifestaciones en la Plaza de Tian'anmen mantenían un cierto orden, con marchas diarias de estudiantes de varias universidades de Pekín mostrando su solidaridad con el boicot a las clases académicas y con el desarrollo de las protestas. Los estudiantes cantaron "La Internacional" en varias manifestaciones y mostraron asimismo su apoyo al socialismo chino ayudando a la policía a arrestar a tres hombres de la provincia de Hunan que habían lanzado tinta sobre un gran retrato de Mao que se encontraba al norte de la plaza de Tian'anmen. Uno de estos hombres, Yu Dongyue, permaneció en prisión hasta el 22 de febrero de 2006.La estrategia principal de los manifestantes se basó en una huelga de hambre emprendida por un número estimado de entre varios cientos y más de mil estudiantes. Esta huelga alcanzó gran resonancia entre el pueblo chino. Aunque no se observaron huelguistas de aspecto demacrado, una leyenda urbana china, que persiste en la actualidad, dice que algunos de ellos murieron de hambre.Se hicieron algunos intentos parcialmente satisfactorios para los propósitos de los manifestantes con el objetivo de negociar con los gobernantes de la República Popular China, que estaban cerca, en los edificios centrales del Partido Comunista en Zhongnanhai. A causa de la visita de Mijaíl Gorbachov en mayo, muchos periodistas de medios de comunicación extranjeros se presentaron en China. La cobertura que realizaron de las protestas fue intensiva y generalmente favorable a los manifestantes, pero pesimista acerca de sus posibilidades de lograr sus objetivos. Hacia el final de las protestas, el 30 de mayo, se erigió una estatua a la Diosa de la Democracia en la plaza, esculpida por los estudiantes de Bellas Artes, que constituyó un símbolo visual de la protesta para los televidentes que seguían la cobertura de la prensa en todo el mundo.
El Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, junto con los ancianos del partido (oficiales del gobierno y del Partido ya retirados pero que aún ejercían influencia política), albergaban, en un principio, la esperanza de que las protestas tendrían una vida corta o que reformas de carácter cosmético satisfarían a los manifestantes. Deseaban evitar la violencia tanto como fuera posible, y confiaron en un principio en el aparato del Partido para persuadir a los estudiantes de abandonar la protesta y volver a sus estudios. Una barrera a la acción efectiva fue que el propio líder del Gobierno, Zhao Ziyang, apoyaba muchas de las reivindicaciones de los estudiantes, especialmente las concernientes a la corrupción. Sin embargo, los manifestantes estaban compuestos de grupos diversos con reivindicaciones diversas, lo que dificultó estas primeras medidas. Incluso no estaba claro con quién debía negociar el Gobierno, y cuáles eran las peticiones de los diferentes grupos. La confusión y la indecisión entre los manifestantes se tradujeron así en confusión e indecisión del Gobierno. Los medios oficiales también mostraron esta indecisión en el Diario del Pueblo, alternando entre la simpatía con los manifestantes con su denuncia.
En las altas esferas del liderazgo del Partido, el secretario general Zhao Ziyang estaba fuertemente a favor de una aproximación suave a los manifestantes, mientras que Li Peng se mostró partidario del acoso por la fuerza. En última instancia, la decisión de disolver las manifestaciones por la fuerza se tomó por un grupo de ancianos del Partido que veían la posibilidad de abandono del Estado unipartidista como una vuelta al caos de la Revolución Cultural. Aunque muchos no tenían cargo oficial, tenían la capacidad de controlar el ejército, pues Deng Xiaoping era el presidente de la Comisión Militar Central y tenía la capacidad de declarar la ley marcial. Los ancianos del partido creyeron que las protestas duraderas eran una amenaza a la estabilidad del país. Los manifestantes fueron considerados por el gobierno como una herramienta de los partidarios del "liberalismo burgués", que estarían moviendo las cuerdas en la sombra, y como herramientas de miembros del Partido que buscaban satisfacer sus ambiciones personales.
Aunque el gobierno chino declaró la ley marcial el 20 de mayo, las manifestaciones continuaron. La huelga de hambre se aproximaba al fin de la tercera semana, y el Gobierno decidió acabar con el asunto antes de que se produjeran muertes. Tras una deliberación entre los líderes del Partido Comunista, se ordenó el uso de la fuerza militar para resolver la crisis, y Zhao Ziyang fue despojado del liderazgo político como resultado de su apoyo a los manifestantes. El Partido Comunista decidió detener la situación antes de que fuera más lejos.
Los soldados y tanques de las divisiones 27 y 28 del Ejército Popular de Liberación fueron enviados para tomar control de la ciudad. Aunque el Gobierno ordenó a todos los civiles de Pekín que permanecieran en sus casas mediante emisiones de televisión y megafonía, las advertencias no fueron tenidas en cuenta y muchos manifestantes pacíficos fueron atacados por los soldados; la violencia ejercida tuvo como resultado enormes bajas civiles y algunas muertes de soldados. El gobierno chino atestiguó la muerte de varios cientos de personas. La entrada de las tropas en la ciudad recibió la oposición activa de muchos ciudadanos de Pekín, cuya resistencia causó bajas entre los militares. Los ciudadanos construyeron grandes barricadas en las carreteras que ralentizaron el progreso de los tanques, pero la plaza quedó vacía en la noche del 4 de junio, por decisión de los manifestantes. El combate continuó en las calles que rodeaban la plaza, con los manifestantes avanzando repetidamente hacia las tropas armadas del Ejército Popular de Liberación, que respondió con fuego automático. Muchos ciudadanos heridos fueron puestos a salvo por conductores de rickshaws que se aventuraron en tierra de nadie entre los soldados y la multitud y llevaron a los heridos a los hospitales.
La eliminación de la protesta se vio simbolizada en los medios de comunicación occidentales por la fotografía de un manifestante solitario, tomada el 5 de junio, de pie frente a una columna de tanques, deteniendo su avance. El hombre continuó de pie desafiante frente a los tanques durante media hora antes de ser expulsado del lugar. A pesar de los esfuerzos, hasta el día de hoy los medios de comunicación occidentales han sido incapaces de identificar a la figura solitaria. La Revista Time le eligió como una de las cien personas más influyentes del sigo XX. Poco después del incidente, el diario británico Sunday Express le identificó como Wang Weilin, un estudiante de 19 años de edad; sin embargo, la veracidad de esta identificación es dudosa. Bruce Herschensohn, asistente especial del ex-presidente de los Estados Unidos Richard Nixon y miembro del equipo de Ronald Reagan aseguró que fue ejecutado catorce días después de la revuelta por un pelotón de fusilamiento. Jan Wong escribió que este hombre sigue con vida y se oculta en un área rural de China. William Bell, escritor canadiense, asegura en cambio que se llamaba Wang Aimin y fue ejecutado el 9 de junio.
En la propia plaza hubo un debate entre los que, como Han Dongfang, deseaban retirarse pacíficamente, y los que, como Chai Ling, deseaban permanecer en la plaza pese al riesgo de que hubiera un baño de sangre. Los partidarios de la retirada ganaron, y los manifestantes dejaron la plaza. El gobierno de la República Popular China ha asegurado que no murió nadie en la plaza, un hecho que, de acuerdo con los testimonios de los que estuvieron en la plaza, parece ser técnicamente cierto, pero no habla de las bajas durante la aproximación a la plaza. El número de muertos y heridos sigue siendo un secreto de estado. Un funcionario no identificado de la Cruz Roja china aseguró que hubo 2.600 muertos, 2.000 ciudadanos heridos y que se perdió contacto con 400 soldados. De acuerdo con las universidades, murieron 23 estudiantes. El Comité Central de Asociaciones Autónomas de la Universidad de Tsinghua habló de 4.000 muertos y 30.000 heridos. Chen Xitong, el alcalde de Pekín, informó 26 días tras los acontecimientos de que 36 estudiantes y decenas de soldados murieron, ascendiendo hasta un total de 200 muertos, y 3.000 civiles y 6.000 soldados heridos.Los reporteros extranjeros que estaban en Pekín afirmaron que habían muerto al menos 3.000 personas. Se crearon algunas listas de bajas a partir de fuentes clandestinas que hablaban de 5.000 muertos. Sin embargo, es interesante remarcar que los documentos de la NSA desclasificados en 1999 muestran que la inteligencia estadounidense estimó entre 180 y 500 la cantidad de muertos. De esta forma, las estimaciones del gobierno chino concuerdan con la estimación oficial estadounidense. Por otra parte, antes de que el gobierno de Pekín restableciera el control de las noticias en China por completo, una emisión en inglés desde Pekín afirmó que habían muerto al menos 3.000 estudiantes. Al mismo tiempo, la Cruz Roja china informó de que su cuenta había alcanzado los 2.600 muertos - y seguía incrementándose. Dado que es imposible obtener acceso a información objetiva debido a la ley marcial, todavía no se han resuelto las discrepancias entre las diferentes fuentes.
Después de la disolución de las protestas de Pekín el 4 de junio, éstas continuaron en gran parte de China durante unos días. El gobierno de la República Popular China fue incapaz de finalizar estas protestas fuera de Pekín sin la pérdida de un número significativo de vidas.
Durante y tras la represión de la protesta se realizaron intentos de arrestar y perseguir a los líderes del Movimiento Democrático de China, en especial a Wang Dan, Chai Ling y Wu'er Kaixi. Wang Dan fue apresado y enviado a prisión, y más tarde se le permitió emigrar a los Estados Unidos. Wu'er Kaixi escapó a Taiwán. En la actualidad está casado y trabaja como comentarista político de la Televisión Nacional Taiwanesa. Chai Ling escapó a Francia y más tarde recaló en los Estados Unidos.
Los obreros que fueron arrestados en Pekín fueron juzgados y ejecutados. En cambio, los estudiantes, muchos de los cuales provenían de familias relativamente influyentes, recibieron sentencias mucho más suaves. Incluso Wang Dan, el líder estudiantil que encabezaba la lista de los más buscados, acabó pasando solamente siete años en prisión.
En el Gobierno, Zhao Ziyang, que se había opuesto a la ley marcial fue expulsado del poder, y Jiang Zemin, por entonces el alcalde de Shanghai, que no estuvo involucrado en los acontecimientos, tomó posesión del cargo de Presidente de la República Popular China. El ascenso de Jiang al poder se ha interpretado con frecuencia como una recompensa por parte de Deng Xiaoping por la capacidad de Jiang para mantener el orden en Shanghai, que contrastó con el caos que se apoderó de la capital. Los miembros del Gobierno prepararon un informe del incidente, que se publicó en Occidente en enero de 2001 con el nombre de los Documentos de Tian'anmen, que da el punto de vista del gobierno chino acerca de los manifestantes y fue proporcionado por una fuente anónima.
Los dos presentadores de la CCTV, la televisión central china, que informaban el 4 de junio fueron despedidos pocos días después de los acontecimientos. Wu Xiaoyong, el hijo de un miembro del Comité Central del Partido Comunista de China, y el Viceprimer Ministro Wu Xueqian, fueron expulsados del Departamento de Programas en Inglés de la Radio Internacional China. Qian Liren, director del Diario del Pueblo, el periódico del Partido Comunista de China, fue asimismo expulsado a causa de los artículos en apoyo a los estudiantes.
Las protestas de la Plaza de Tian'anmen son todavía un tabú político en China, y hablar de ello se considera inapropiado o arriesgado. La única opinión de los medios de comunicación se realiza desde el punto de vista del Partido Comunista: que fue una acción apropiada para asegurar la estabilidad. Cada año hay manifestaciones en Hong Kong contra la decisión del partido en 1989. La plaza de Tian'anmen se patrulla frecuentemente cada 4 de junio para impedir cualquier tipo de conmemoración.
Tras el cambio en el gobierno central de 2004, muchos miembros del Gobierno han mencionado los sucesos de Tian'anmen. En octubre de 2004, durante la visita del presidente Hu Jintao a Francia, reiteró que "el Gobierno emprendió una acción determinada para calmar la tormenta política en 1989, que permitió a China disfrutar un desarrollo estable". También insistió en que el punto de vista del Gobierno respecto al incidente no cambiaría.
En marzo de 2004, el Primer Ministro Wen Jiabao dijo en una conferencia de prensa que durante la década de 1990 se produjo una grave tormenta política en la República Popular China, a causa de la caída de la Unión Soviética y los cambios radicales en Europa del Este. Declaró que el Comité Central del Partido Comunista estableció con éxito una política de puertas abiertas y protegió el "transcurso del socialismo con características chinas".
En enero de 2006, un trato con Google confirmó que el asunto es todavía muy sensible para el gobierno chino, pues la web china de Google, aplica restricciones locales a las búsquedas de información sobre la masacre de Tian'anmen, así como con otros asuntos como el independentismo tibetano, la prohibición del grupo religioso Falun Gong, considerado una secta por el gobierno chino, o las relaciones con Taiwán. El 22 de Marzo de 2010 Google comunicó oficialmente que desviaría su página web en China (google.cn) a sus servidores en Hong Kong, hecho que se produjo el día siguiente, forzando su expulsión por parte de las Autoridades Chinas.

Derechos básicos y liberales en los países democráticos.(Ética).

Democracia es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo. En sentido estricto la democracia es una forma de gobierno, de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que le confieren legitimidad a los representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.
La democracia se define también a partir de la clásica clasificación de las formas de gobierno realizada por Platón primero y Aristóteles después, en tres tipos básicos: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno "de los mejores" para Platón), democracia (gobierno de la multitud para Platón y "de los más", para Aristóteles).Hay democracia directa cuando la decisión es adoptada directamente por los miembros del pueblo. Hay democracia indirecta o representativa cuando la decisión es adoptada por personas reconocidas por el pueblo como sus representantes. Por último, hay democracia participativa cuando se aplica un modelo político que facilita a los ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas o cuando se facilita a la ciudadanía amplios mecanismos plebiscitarios. Estas tres formas no son excluyentes y suelen integrarse como mecanismos complementarios.
En muchos casos la palabra "democracia" se utiliza como sinónimo de democracia liberal. Suele entenderse por democracia liberal un tipo genérico de Estado surgido de la Independencia de Estados Unidos de 1776 y luego más o menos generalizado en las repúblicas y monarquías constitucionales que emergieron de los procesos de emancipación o revolucionarios contra las grandes monarquías absolutas y establecieron sistemas de gobierno en los que la población puede votar y ser votada, al mismo tiempo que el derecho de propiedad es preservado.Así, aunque estrictamente el término "democracia" sólo se refiere a un sistema de gobierno en que el pueblo ostenta la soberanía, el concepto de "democracia liberal" supone un sistema con las siguientes características:

A partir de lo anterior algunas estudiosos han sugerido la siguiente definición de democracia liberal: la regla de la mayoría con derechos para las minorías.
Por derechos humanos y de los ciudadanos se entiende el conjunto de derechos civiles, políticos y sociales que están en la base de la democracia moderna. Estos alcanzan su plena afirmación en el siglo XX.
  • Derechos civiles: libertad individual, de expresión, de ideología y religión, derecho a la propiedad, de cerrar contratos y a la justicia. Afirmados en el siglo XVIII.
  • Derechos políticos: derecho a la participación en el proceso político como miembro de un cuerpo al que se lo otorga autoridad política. Afirmados en el siglo XIX.
  • Derechos sociales: libertad sindical y derecho a un bienestar económico mínimo y a una vida digna, según los estandares prevalentes en la sociedad en cada momento histórico. Afirmados en el siglo XX.
También se ha distinguido entre derechos humanos de primera (políticos y civiles), segunda (sociolaborales), tercera (socioambientales) y cuarta generación (participativos).

El fundamentalismo islámico (Ética).

La expresión fundamentalismo islámico se utiliza en Occidente para describir a diferentes corrientes políticas o políticorreligiosas ligadas al islam, a las que se designa también con otros términos como integrismo islámico o islamismo; cuya rama más violenta se denomina yihadismo y que local o particularmente se expresa movimientos como el talibán, en interpretaciones rigoristas como el salafismo, e incluso en regímenes políticos como la República islámica (Irán o Sudán) o (de un modo menos obvio dada su estrecha alianza con los Estados Unidos) la monarquía saudí y las del Golfo Pérsico. Se trata de movimientos con características distintas y a menudo opuestos, pero los términos con que se denomina en occidente a unos u otros tienden a confundirse y a intercambiarse; a lo que ayuda la visualización de elementos como la aplicación de la ley islámica (Sharia), la no distinción de los ámbitos civil y religioso o de clero y seglares, la imposición general de las prescripciones religiosas (prohibición de alcohol), el papel e incluso la vestimenta de la mujer (hiyab, burka, mujeres en Irán, feminismo islámico), el tratamiento de los homosexuales, escándalos puntuales que afectan a la relación entre Islam y Occidente, como la condena a Salman Rushdie, el asesinato de Theo van Gogh, o las revueltas por las caricaturas de Mahoma; los atentados que han tenido como objetivo ciudades occidentales y las guerras de Afganistán e Iraq.
En cuanto a los movimientos a los que se suele englobar bajo la denominación de fundamentalistas, los islamólogos suelen distinguir entre:
1. Los tradicionalistas o fundamentalistas propiamente dichos. No son un movimiento político sino una corriente ortodoxa dentro del islam, defensora de la sharia en su interpretación más tradicional. La denominación fundamentalismo no es aceptada por todos los autores, al ser considerada una trasposición de un concepto occidental. Algunos autores árabes también utilizan esta denominación, adaptada al árabe (usuliyya). Sus características esenciales, que la diferencian de los movimientos políticos designados a veces con el mismo nombre, son:

  • En materia de interpretación del islam, son defensores de la tradición. El islam no tiene clero, por lo que teóricamente cualquier creyente tiene capacidad para interpretar los textos sagrados y extraer de ellos las aplicaciones para la vida cotidiana que necesite. Es lo que se llama iytihad o esfuerzo de interpretación personal, que la doctrina islámica reconoce como algo perfectamente posible. Sin embargo, la tradición, a lo largo de los siglos, ha consagrado lo que se denomina el cierre de las puertas del iytihad; esto es, la tradición niega al simple creyente la capacidad de interpretar por sí mismo los textos sagrados y otorga esa facultad en exclusiva a los ulemas, organizados en diferentes madhabs o escuelas legales. Ante cualquier problema, el creyente debe abstenerse de hacer una interpretación propia, y acudir a un experto para que emita un dictamen o fatwa. Los fundamentalistas son defensores de esta tradición; por tanto, del poder y la omnipresencia de los ulemas como guías de la sociedad. Como tradicionalistas, son reacios a la participación de las mujeres en la vida pública, algo que el islam en sí mismo no prohíbe, pero que sí ha sido consagrado por la tradición.
  • Los fundamentalistas no se organizan como movimientos políticos que pretendan tomar el poder. No desean sustituir a los poderes establecidos sino velar por que éstos cumplan fielmente la tradición. Por eso, no se pronuncian acerca de las formas políticas ni la legitimidad de los gobernantes siempre que éstos sean fieles musulmanes y tengan en cuenta los dictámenes de los ulemas.
Entre los ejemplos más conocidos de fundamentalismo está la mezquita y universidad de Al-Azhar, en El Cairo, que trata de erigirse en tutora moral de la sociedad egipcia y que tiene gran predicamento en buena parte del mundo islámico.
2. Los islamistas son un movimiento de carácter político surgido en los años 20 del siglo XX y que alcanza su auge a partir de finales de los años 70. Se extienden sobre todo por las universidades y entre las élites cultas, tomando el relevo de los movimientos de carácter marxista o panarabista. Varias características importantes los diferencian del fundamentalismo:
  • Son contrarios a la tradición. Los islamistas se remiten a los primeros tiempos del islam y, grosso modo, reniegan del corpus doctrinal legado por la tradición. Por esa razón, son partidarios del iytihad o esfuerzo de interpretación individual, lo que necesariamente lleva aparejado una pérdida de autoridad de los ulemas. En cierta medida, los islamistas pretenden "democratizar" y descentralizar aún más el islam. En la cuestión de la mujer, los islamistas se remiten a los textos sagrados, que no niegan la participación de las mujeres en la vida pública, siempre que se ajuste a unos cánones que consideran islámicos: separación espacial de sexos, uso del hiyab. Por esta razón, suele darse la aparente paradoja de que las organizaciones islamistas cuenten con una militancia femenina muy superior al de organizaciones políticas laicas, que a menudo suelen ser deudoras del peso de la tradición.
  • Son movimientos políticos. Plantean la creación de una sociedad íntegramente islámica, que lleva aparejadas formas de Estado específicamente islámicas. Son contrarios a las monarquías, pues plantean que los gobernantes deben ser electos en algún grado, y susceptibles de ser cesados en el cargo en cualquier momento. A pesar de estas líneas generales, los diferentes grupos islamistas no tienen ideas comunes sobre qué es una forma de Estado propiamente islámica. Su teoría en este aspecto es relativamente vaga, ya que plantean que la sociedad islámica surgirá naturalmente de una umma o comunidad de creyentes sinceramente musulmana y capaz de interpretar los textos sagrados convenientemente. En teoría, los movimientos islamistas desean la superación de las fronteras e identidades nacionales de los países islámicos en favor de una identidad islámica común. Las prácticas, sin embargo, están muy ligadas a los intereses nacionales de cada organización. Los ejemplos más claro de islamismo son los Hermanos Musulmanes, una poderosa organización egipcia que ha dado lugar a réplicas en varios lugares (Hizbullah, Hamás, Refah Partisi, etc.), y el régimen de Irán. Hay no obstante diferencias importantes entre islamistas sunníes e islamistas chiíes debido a la existencia dentro del chiísmo de una cierta clericalización y debido a la importante centralidad que para estos últimos tiene la revolución iraní, ajena sin embargo a los sunníes.
  • Los islamistas se dividen en dos corrientes, una original, "moderada", representada por los Hermanos Musulmanes y afines, y otra partidaria de la violencia política que ha dado lugar a la miríada de organizaciones llamadas Asamblea Islámica o Yihad Islámico.
3. Los neofundamentalistas son un movimiento surgido del islamismo pero que conjuga los planteamientos originales de éste con los tradicionales del fundamentalismo. Son sus características:
  • Son, como el islamismo, un movimiento político. En general, tiene su origen en el ala más radical de éste, y suele citarse como una de las razones de su aparición el diferente nivel cultural de su militancia: si en los partidos islamistas el perfil del militante es urbano y universitario, con dirigentes de media o alta cualificación profesional, en las organizaciones neofundamentalistas abunda la militancia procedente de las áreas periféricas y paupérrimas de las grandes ciudades, aún muy conectadas al campo y atraídas hacia estas organizaciones a menudo a causa de su sistema de ayuda social. Es una militancia, por tanto, imbuida de una educación tradicional y fundamentalista, aunque recelosa del establishment de ulemas vinculado al poder.
  • Conjugan aspectos innovadores (islamistas) como el iytihad con interpretaciones tradicionalistas. En la práctica, ello se traduce en que no reconocen a los ulemas oficiales, pero a menudo se convierten ellos mismos en ulemas autoproclamados, con escasa formación en materia religiosa pero con un poder absoluto a la hora de emitir fatwas. Son expremadamente reacios a la participación de las mujeres en lo público. En general, sus planteamientos suelen ser de un fundamentalismo extremo y de una excasa armazón teórica.
  • Derivado de lo anterior, practican constantemente el takfir o anatema, es decir, decretan que tal persona (generalmente quienes se oponen abiertamente a ellos, así como miembros del Gobierno o de las fuerzas de seguridad) no es musulmana sino enemiga del islam, y es por tanto lícita cualquier violencia que se ejerza contra ella. El anatema es un paso que no suelen dar ni los ulemas más fundamentalistas, ni tampoco los islamistas. En general, los neofundamentalistas son movimientos muy polarizados en torno a líderes carismáticos, y con discursos y prácticas que a menudo escandalizan tanto a fundamentalistas como a islamistas.
Los neofundamentalistas son los movimientos más conocidos en occidente, ya que a esta corriente pertenecen grupos como los talibán, Al-Qaeda o el FIS argelino.
Él Islam reconoce a la mujer igual del hombre en la procreación de la humanidad. Los dos son esenciales para la vida. Su papel no es menos vital que el del hombre. Por esta razón su participación es la misma en todos los aspectos; ella tiene los mismos derechos, asume las mismas responsabilidades y hay en ella tantas cualidades y humanidad como en las de su pareja.
Es igual al hombre, al asumir responsabilidades comunes y al recibir premios por sus obras. Está reconocida como personalidad independiente, poseedora de cualidades humanas y digna de aspiraciones espirituales. Su naturaleza humana no es inferior, ni distinta a la del hombre. Ambos son miembros uno del Otro.
 Conflictos con el estado secular. El fundamentalismo islámico ha entrado en conflicto con el estado secular, basándose, principalmente, en la Declaración universal de los derechos humanos. Este conflicto se ha centrado principalmente en:
  • La prioridad de los derechos humanos y la ley civil sobre los derechos de los grupos religiosos y la religión.
  • La igualdad entre hombres y mujeres.
  • La separación entre iglesia y estado.
  • La aceptación de los derechos religiosos, incluida la apostasía.